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“El abuelo que saltó por la ventana y se largó” para pasar un buen rato

 

Este mes en el club de lectura en castellano de la Biblioteca Municipal de Ermua hemos leído un libro algo más divertido de lo normal. Para acabar el año bien buscamos un libro de humor y nos decidimos por El abuelo que saltó por la ventana y se largó de Jonas Jonasson. La novela fue la más vendida en catalán y la segunda en castellano en Sant Jordi del 2012 y este éxito es sin duda algo que nos pareció muy interesante.



El abuelo que saltó por la ventana y se largó empieza sin duda de una manera interesante: su centenario protagonista, Allan Karlson, decide largarse de la residencia en la que está para evitar celebrar sus cumpleaños con el alcalde frente a las cámaras. Y para beber algo de alcohol sin esconderse de la enfermera. La novela desde las primeras páginas es muy dinámica y dependiendo de nuestros gustos personales nos saca una sonrisa de vez en cuando o una carcajada casi en cada página.


En muchas reseñas la historia se compara con “Forrest Gump” (por cierto, ¿sabéis que la película está basada en una novela de Winston Groom?). Pero la mirada a la historia moderna en el libro de Jonasson es bastante anecdótica y, como lo puntuaron algunos de los lectores, algo superficial. En todo momento Jonasson está empleando elementos absurdos sobre situaciones muy conocidas y algo serias. Nos podríamos preguntar si las personas afectadas directamente por esos eventos no se sentirían ofendidos. Pero nosotros no lo percibimos como algo insultante ni de mal gusto. Es simplemente una comedia ligera con unos toques muy sarcásticos. Por eso no nos sorprende al avanzar la trama ver que el protagonista comparte vivencias con Franco, Stalin, Truman o Mao.


Aquí cabe explicar que desde el inicio del libro seguimos dos tramas: la huida de Allan con unos elementos de thriller y su pasado con todos los asombrosos viajes y encuentros con los más importantes líderes mundiales. No hay ninguna duda de que Allan es el personaje principal del libro, uno que además desató cierta polémica en el club de lectura. ¿Es Allan una buena persona o es malo? ¿Es posible que no sea ni bueno ni malo? Nosotros en nuestro debate no hemos llegado a un consenso, pero os dejo unas palabras del autor sobre el tema (de una entrevista dirigida por Joan Foguet para El Pais):

Una de las contradicciones de amar a Allan Karlson, nuestro héroe, es que es un idiota político, una máquina de matar, un hombre sin moral, no es un hombre común. Dejo que sea el lector el que decida si es bueno o malo. No creo que sea una buena persona.”


Sin duda otro elemento interesante del libro tiene un toque más sentimental para muchos españoles: no sólo se menciona la Guerra Civil y la dictadura de Franco, unos momento muy oscuros en la historia, pero también se reconoce la grandeza de Camilo José Cela y una cita de “La familia de Pascual Duarte”. En la misma entrevista Jonasson lo explica así: “Sí, es una novela excelente. Me encanta Cela. Lo cierto es que estudié castellano a principios de la década de los ochenta. Ese es el secreto. Soy un gran fanático de ‘Bodas de Sangre’ de García Lorca y de Cervantes. También me aficioné mucho a Gabriel García Márquez e Isabel Allende y el realismo latinoamericano.” Quizás es uno de los factores que hizo que la novela se convirtiera en un bestseller en España.


Nosotros en el club de lectura seguimos un tanto divididos. Hay quienes quieren ver algo más filosófico y profundo en el libro y otros que no le dan tanto valor. Independientemente del bando, podemos resumir que es una lectura fácil de seguir y bastante placentera. Además traspasó las fronteras de la literatura y fue adaptada tanto a una película como a un juego de mesa.



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