"Perséfone a través del espejo": homenaje a la imaginación

 

Llevo unos días pensando en como contaros cosas sobre “Perséfone a través del espejo” de Sandra Andrés publicado por la editorial DNX. ¿Y por qué tanto tiempo? Porque en los agradecimientos al final del libro la autora pide: “Lector, lectora... Quiero hacer un pacto contigo: no desveles el final de esta novela, dejemos que otros lectores disfruten con la sorpresa (...)”. Y cuánto más lo pienso, más todo, absolutamente todo lo que quiero decir me parece un spoiler.

Lo que sí puedo decir sin arriesgarme mucho: la nueva novela de Sandra es un homenaje a los mundos de fantasía, a la imaginación, a los escritores y a los lectores. Cada capítulo empieza con una cita de un artista conocido sobre el mundo de literatura y/o creación. Algunas de estas citas sin duda las reconoceréis, otras querréis apuntaroslas para no olvidaros de ellas. Son preciosas e inspiradoras, cada una de ellas.

En “Perséfone a través del espejo” tenemos dos tramas paralelas: la de Casey, una chica que está a punto de acabar el instituto y la de Perséfone, la reina del inframundo. ¿Qué pueden tener en común? ¿Por qué protagonizan el mismo libro? En ambas historias nos encontramos con ciertos símbolos, ciertos elementos que se repiten: mariposas negras, lirios amarillos, truenos.... Casey se siente perdida. Su sueño de seguir escribiendo, de escribir libros le parece más lejano que nunca. Su madre, su mejor amiga, todos los compañeros del instituto se alejan de ella sin ninguna razón aparente. Necesita entender. ¿Qué es lo que está pasando? Perséfone intenta huir de la preciosa jaula que construyó para ella su madre, quiere vivir por su cuenta, sentir que su vida le pertenece. Ambas emprenden un viaje de descubrimiento. Perséfone uno literal, Casey uno más simbólico. ¿Están listas para descubrir que es lo qué pasa en sus mundos?

Un elemento, a parte de toda la importancia que tienen la creatividad y fantasía en la novela, que me gustó mucho es la ambientación de la historia de Casey. Filadelfia se nos presenta de su mejor lado, con todos sus rincones que realmente apetece visitar y con una naturalidad impresionante.

El estilo de la escritura no sorprenderá a los que ya conocen otros libros de Sandra Andrés. Las descripciones ricas, a momentos casi poéticas. Las primeras 200 páginas se cuecen a fuego lento y nos dejan con más preguntas que respuestas. A partir de la página 217 la acción toma un ritmo más acelerado, tenemos la sensación de que a los personajes les acecha el peligro y en cierto modo se nos pega su ansiedad, sus dudas. Confieso que está “segunda” parte me ha llegado más, me hizo sentir por Casey y por Perséfone, me daba vértigo lo que les podría pasar.

Creo que no puedo deciros nada más, quizás ya compartí demasiado. ¿Os animáis a leerlo? ¿Qué importancia tiene la imaginación en vuestras vidas? ¿Os gusta escribir?