“Los muertos no mienten”, la primera novela de Stephen Spotswood, nos lleva a la Nueva York de 1945. El autor, claramente inspirado por Agatha Christie, cuyas historias tienen su cameo en el libro, nos presenta a un dúo de detectives: la famosa Lilian Pentecost y su asistenta Willowjean “Will” Parker.
La novela está escrita desde el punto de vista de Will, quién años después de los eventos que nos relata, decide describir lo que vivió junto a su mentora. Una narración que mezcla el áspero noir de la década de 1940 con un toque de humor e ingenio. Es una lectura muy ágil, pero a la vez la acción no corre nada deprisa. La investigación está llevada paso a paso, al estilo de Poirot. El autor no nos oculta nada y descubrimos los hechos a la vez que las dos detectives que se enfrentan a lo que parece un clásico misterio de una habitación cerrada.
Tenemos una muerte violenta, una espiritista involucrada en el caso, un posible fantasma y el conflicto de las protagonistas con la policía. ¿Qué más se podría desear? Unas protagonistas nada estereotípicas. Parker y Pentcost desafían los papeles establecidos por la sociedad de la época, se enfrentan a los prejuicios no sólo por ser mujeres que trabajan pero también por algunos aspectos de su vida privada (dejaré que los descubráis por vuestra cuenta cuales). Además el pasado de Will (una adolescente fugada de casa que trabajó en el circo) hace de ella un personaje de lo más pintoresco.
A pesar de ser una lectura ligera y desenfadada Spotswood incluye elementos de la crítica social. Vemos claramente la diferencia entre las clases sociales en Nueva York de la postguerra, la venta de armamento, la explotación de los obreros y, como no, la precaria situación de las mujeres. Pero no todo es negro en esta historia. Es también es la época despues de la ley seca, la ginebra es otra vez legal y aparecen más y más clubes y bares abiertos para todos los públicos. Allí es donde las diferencias sociales dejan de existir, dónde una pareja de mujeres es igual de aceptada que cualquier otra pareja, dónde un obrero comparte la mesa con un magnate.
Sin duda lo recomiendo a todos los fans de las historias clásicas de detectives y a los que esperan encontrar algo nuevo en este tipo de novelas.
¡Hola! Uy esta es de las novelas que nos gustan, y ya cuando nos dices lo de Agatha que es de nuestras autoras favoritas no Hemos podido resistirnos y nos lo llevamos apuntado. Besitos. Nuri & Puri de Sintiendo tus letras. 😘
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarPues me llamó mucho la atención cuando te lo vi en instagram y vuelve a hacerlo. Me gusta que el misterio se vaya resolviendo paso a paso, porque precisamente de Agatha leí el del Orient Exprés y no lo sentí así, de hecho Poirot se sacó cosas de la manga al final y es lo que hizo que no me convenciera del todo. Pero bueno, que este es otro autor y otro libro jajaja Si puedo lo leeré.
Besotes
♥ Amor y Palabras ♥
¡Hola! Ya te dije por instagram que me llama mucho esta novela, me encanta el género y este tipo de historias así que creo que la disfrutaré muchísimo. Lo leeré seguro en un futuro♥
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarPues me llamó mucho la atención, me parece una tematica interesante
saludos
Hola,
ResponderEliminarMe sonaba mucho este libro pero después de leer tu reseña me han entrado muchísimas ganas de leerlo y descubrir esta historia. Gracias por la reseña.
Nerea de Historias Entre Letras