Hoy
os quiero hablar de un libro que me regaló la editorial Capitán
Swing y que me hizo pensar mucho y replantarme muchas cosas. Se trata
de “El himen y el hiyab” de Mona Eltahawy, traducido por María
Porras Sánchez
SINOPSIS
“La
periodista Mona Eltahawy no es ajena a la controversia. A través de
sus artículos y acciones, ha luchado por la autonomía, la seguridad
y la dignidad de las mujeres musulmanas, atrayendo a seguidores y
detractores. En su primer libro, El
himen y el hiyab,
Eltahawy realiza una condena definitiva de las fuerzas represivas
—políticas, culturales y religiosas— que reducen a millones de
mujeres a ciudadanas de segunda clase. Recurriendo a sus años como
activista y comentarista de los problemas de las mujeres en Oriente
Medio, explica que, desde que comenzó la Primavera Árabe en 2010,
las mujeres en el mundo árabe han tenido dos revoluciones que
afrontar: una lucha junto a los hombres contra los regímenes
opresivos y otra lucha contra todo un sistema político y económico
que reprime a las mujeres en Egipto, Arabia Saudí, Túnez, Libia,
Yemen y otras naciones. Eltahawy viajó por Oriente Medio y el norte
de África reuniéndose con mujeres y escuchando sus historias, y su
libro es una llamada a la indignación y a la acción para
enfrentarse a esa «mezcla tóxica de cultura y religión que pocos
se sienten inclinados a desenmarañar». Un manifiesto motivado por
la esperanza y la furia en igual medida.”
Debería empezar
por el feminismo. Soy feminista. Nunca he pensado o dicho nada
diferente, aunque a veces alguien dice “No serás feminista” como
si fuese algo para avergonzarme. Si, soy feminista. Creo en la
igualdad de derechos y de oportunidades para todos. Dicho esto, hasta
hace bien poco creía que el feminismo puede ser influido por la
cultura de ciertos países/religiones y que no en todos los lugares
del mundo significa lo mismo. El paternalismo y la creencia popular
de que el mundo occidental es el que tiene respuestas universales
siempre planteaba para mi un serio problema, no sabía hasta que
punto algo puede o debe ser universal. El mejor ejemplo vino en julio
2017 con la prohibición del burka y el niqab en Bélgica. Me parece
algo espantoso tener que cubrirse de esta manera, denigrante. Pero el
hecho de forzar una ley así implicaba, en mi cabeza impulsar aun más
el aislamiento de tantas mujeres arabes de la sociedad. Estuve muy en
contra.
El libro de Mona
Eltahawy trata, entre varios otros, ese problema. La conocida
activista e feminista arabe, se hace las mismas preguntas que yo.
Acusada por muchos ser la menos adecuada para hablar del tema (vivió
y trabajo muchos años en el mundo occidental), cuenta sus
experiencias más personales: desde decidirse a llevar el hiyab, por
estar escondida bajo él durante 8 largos años, por quitárselo,
hasta la violación que sufrió de manos de la policía
antidisturbios egipcia durante el levantamiento del 2011.
Las 216 páginas
no parecen muchas, pero no es una lectura ni rápida, ni ligera.
Requiere tiempo para procesar bien toda la información, todos los
números y ejemplos de casos reales que presenta Eltahawy. Tampoco es
para personas con la piel fina, aunque creo que es algo que debería
hablarse alta y claramente. Aunque escrito del punto de vista
musulmán y concentrado en la situación de las mujeres en el mundo
árabe, realmente muchos de los casos se puede en algún modo
extrapolar a la realidad de cualquier extremismo religioso. La misma
autora como ejemplo menciona la cultura de la pureza presente todavía
hoy en día en los Estados Unidos. Para mi este punto, lo peligroso
que puede ser mezclar el estado, la cultura y la religión, es el más
importante, aparte de la obvia denuncia de la situación de las
mujeres arabes.
Recomiendo la
lectura de este libro a todos. Tanto los que no temen admitir que son
feministas, como los que creen que no lo son. Si sois un poco
delicados, ciertas experiencias descritas en él os van a resultar
difíciles de asimilar, pero solo así, hablando de lo dificil,
podemos progresar. El feminismo debería ser un movimiento global,
independentemiente de la cultura de la que se hable: las vidas de
todos y todas son iguales, sin importar la procedencia y la religión.
Gracias a la
editorial Capitán Swing por mandarme el libro, ¡es una lectura muy
enriquecedora!
Hola me ha encantado lo que dices. El feminismo debe ser global sin importar el pais, la cultura, tradiciones o religion ya que todos somos iguales sin importar nuestro genero. Sin duda me lo llevo apuntado. Saludos
ResponderEliminar¡Hola! Me alegro mucho, es un tema muy importante y este libro merece la pena! :)
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