"¿Cómo lloran las personas que no pueden sentir nada?"

No es hace mucho que descubrí la literatura coreana con novelas como “La vegetariana” de Han Kang o “Quien sabe si mañana seguiremos aquí” de Kim Young-ha. Me encanta el estilo que tienen, frases muy directas, una sensación de subrrealismo en unas descripciones muy crudas. Por eso al ver “Almendra” de Won-Pyung Sohn publicado por Temas de Hoy no he dudado ni un momento. Lo tenía que leer. Pero no esperaba que se me iba a interponer en el camino el estado de alarma. Así que, por fin, dos meses más tarde, lo tengo. ¡Muchísimas gracias, Temas de Hoy por esta colaboración! No podría estar más encantada con el libro.

SINOPSIS DE LA EDITORIAL:

La novela coreana del momento, Almendra, es una historia sobre crecer, descubrirse a uno mismo y aceptar que la ayuda no siempre viene por donde la esperamos. 

Yunjae tiene dieciséis años, está en la edad de las emociones desbordadas, el amor y la rabia. Pero las amígdalas de su cerebro son pequeñas, más pequeñas que una almendra y, como consecuencia, Yunjae es incapaz de sentir nada. 

Educado por su madre y su abuela, aprende a identificar las emociones de los demás y a fingir estados de ánimo para no destacar en un mundo que pronto lo tachará de extraño. «Si tu interlocutor llora, tú entrecierra los ojos, baja la cabeza y dale una suave palmada en la espalda», le dice su madre. Así construye una aparente normalidad que se hace trizas el día en que un psicópata ataca a ambas mujeres en la calle. Desde entonces, Yunjae debe aprender a vivir solo, sin deseo de derramar una lágrima, sin tristeza ni miedo ni felicidad.

A Yunjae le tienden la mano personas improbables: un antiguo amigo de su madre, una chica capaz de romper certezas e incluso un abusón con más afinidad de la esperada. Los tres quebrarán la soledad del protagonista de Almendra.

Una novela breve y lacerante en la que solo la empatía puede llevar a la esperanza.

Es difícil no tragarse este libro de una sentada. La novela tiene 256 páginas divididas en 75 capítulos cortos y un epilogo. Es una novela breve, con un estilo muy accesible y directo, en eso no se diferencia de otras novelas surcoreanas que había leído. La ligereza de lenguaje empleado es perfecta para el tema que trata, evita la pesadez y pomposidad.

Nos encontramos con un problema interesante (y aunque puede parecer raro existe en realidad): Yuanjee, un chico de 16 años que no siente las emociones. Lo que la medicina marca como una psicopatía. Curiosamente la palabra “psicópata” aparece en la novela tan solo una vez, evitando de pegarle esta etiqueta al personaje y así asegurandose que no le asociaremos los estereotipos presentes en la cultura popular, por ejemplo en las películas sobre los asesinos en serie. Yuanjee no es un psicópata de película. Es un niño que crece con su madre y abuela, dos mujeres muy preocupadas por su desarrollo que le aman incondicionalmente. Las dos intentan enseñarle a fingir los sentimientos, aprender que decir y que muecas hacer en momentos adecuados. Y eso les va bastante bien. Hasta que un día son atacadas en la calle por un asesino.

Que ironía que las dos únicas personas que entendieron a Yuanjee se encuentren en una situación tan violenta. Sufren de mano de un loco, que, sin embargo, está mejor comprendido por la sociedad que el propio chico. Yuanjee, despues de esos acontecimientos, encontrará ayuda donde menos la esperaba: veremos su relación con tres personas muy distintas y como eso le hace actuar. Todo el tiempo seremos testigos de como un chico de 16 años intenta “ser normal”, sin realmente saber que eso implica.

Desde la portada nos asalta la pregunta. ¿Cómo lloran las personas que no pueden sentir nada? ¿Llorará Yuanjee en la novela o seguirá toda la vida sin sentir nada? Realmente esta novela nos hace reflexionar sobre la moralidad de una persona, qué es amor, qué significa ser una buena persona. Nos enseña que las primeras impresiones pueden engañar y que presumir cosas sobre los demás es muy peligroso e injusto. No es solo Yuanjee quien sufre buscando su camino. Es una historia sobre crecer, sobre madurar, sobre perder a los seres queridos. Todo esto con un precioso toque de esperanza.

Despues de leer todo esto, que esperáis: ¿un happy end o una tragedia al final? Yo no os lo voy a decir, lo tendréis que descubrir por vuestra cuenta. Merece la pena.

¿Me recomendáis otras novelas de autores surcoreanos? ¿Conocéis algún libro con temática parecida?