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Dentro de la locura de "Los Palimpsestos"

Ayer tuve el placer de dinamizar la charla con Aleksandra Lun dentro del Festival 
Un Mundo de Escritoras. Todavía sigo impresionada. Muchisimas gracias a Luisa Etxenike, la directora del Festival por darme esta oportunidad. Debajo os cuento un poco sobre Aleksandra y su libro.



Aleksandra Lun es polaca de Gliwice. Ha residido en España más de 10 años (entre 1999 y 2010), donde estudió filología hispánica, interpretación y traducción. Actualmente vive en Bélgica, donde trabaja como traductora y creo que esta trabajando en publicar su segunda novela. Traduce al polaco del inglés, francés, español, catalán, italiano y rumano. Habitualmente no traduce textos literarios, aunque entre textos que ha traducido hay las Conversaciones de Jorge Luis Borges. Quizás son datos que en otra situación no me parecerían necesarios, pero especialmente hablando de Aleksandra Lun , especialmente hablando de su primer libro, Los palimpsestos, si que son importantes, ya que Aleksandra escribió Los Palimpsestos en una lengua extranjera para ella, en castellano y lo publicó en 2015 con la editorial Minúscula dentro de su colección Micra. El año pasado la novela fue publicada en francés y el 24 de octubre de este año en inglés en la traducción de Elizabeth Bryer.



Los palimpsestos, simplificándolo mucho nos cuenta sobre una curiosa enfermedad mental: el mal del escritor extranjero, que afecta a los autores que cambian de idioma y que acaban encerrados en un manicomio. Está llena de humor, pero nos enfrenta a unas cuestiones importantes y muy serias. Es un poco un tipo de risa terapéutica ya que hablar de ciertos temas sin sentido de humor podría ser deprimente.

La propia editorial así habla de este libro: “A finales de 2015 publicamos un libro fascinantemente anómalo. Una primera novela escrita en castellano por una polaca que vive en Bélgica y cuyo protagonista es un polaco que escribe en antártico para desesperación de todos los que le rodean. No porque haya escogido esa lengua en concreto, sino porque no escribe en la que se supone que es la suya: el polaco. El tono es satírico y la estructura, casi musical (una sucesión de escenas que combinan la repetición de ciertos motivos con la sorpresa que producen las apariciones de personajes significativos). Hay algunos libros que son, al mismo tiempo, extremadamente cómicos y sumamente serios. «Los palimpsestos» es uno de ellos porque mientras el humor que destilan sus páginas es desopilante, el núcleo del libro, es decir, la pregunta por la lengua materna y su relación con la creación y la identidad, es muy serio.”

Estas palabras ya en si deberían ser bastante para animar todos a leer esta novela corta, pero por si todavía no os habéis decidido, os contaré unos detalles más.

Un extranjero. Un extranjero imigrante. Un extranjero imigrante que se atreve escribir en el idioma "adquirido". Eso es algo ofensivo: ¡eso ya no es un bárbaro! (La palabra bárbaro, tiene su origen en griego, viene de "bar" que significa palabra. Los griegos denominaban con este termino a los extranjeros que no dominaban el idioma, así que bárbaro originalmente se usaba como sinónimo del moderno extranjero y solo con el tiempo adquirió el significativo de alguien rudo e inculto. Uno era bárabro por su idioma. “Bárbaro” reflejaba la incomprensión entre los pueblos.) Ese es Czeslaw Przesnicki, el protagonista de Los Palimpsestos, un escritor frustrado, autor de una única novela escrita en antártico, odiado por escritores nativos de Antártida. La idea del extranjero ligada a la lengua se puede decir que es el tema principal de “Los palimpsestos”. “Intenté explicarles que un idioma no les pertenecía solo a los hablantes nativos y que los miserables inmigrantes también podíamos escribir...” dice Czeslaw sobre los escritores antárticos.

En la novela aparece la cuestión del poder de la lengua y de la lengua como poder. La doctora del libro, la especialista en la terapia “bartlebiana”, “la reinserción lingüística”, dice a Nabokov (uno de tantos escritores famosos que escribian en idiomas otros a sus maternos que desfilan por las páginas de esta novela): “...usted es escritor. Tiene que pertenecer a una cultura. Todos pertenecen a una.” Eso nos provoca a preguntarnos: ¿A quién pertenece el idioma? A nadie responde la autora del libro. A todos. A los que lo quieren y sepan usar. Pienso al escucharla hablar.

Los Palimpsestos” empiezan con un epígrafe de Witold Gombrowicz de su conferencia “Contra los poetas”: “Sería más razonable de mi parte no meterme en temas drásticos porque me encuentro en desventaja. Soy un forastero totalmente desconocido, carezco de autoridad y mi castellano es un niño de pocos años que apenas sabe hablar.” En esa misma conferencia Gombrowicz dijo: “A veces me gustaría mandar todos los escritores del mundo al extranjero, fuera de su propio idioma y fuera de todo ornamento y filigrana verbales para ver qué quedará de ellos entonces”. ¿Qué pasa cuando uno pertenece a una cultura secundaria? ¿Qué pasa cuando uno escribe en una lengua marginal? Si el resultado es como las obras de los autores enumerados en Los Palimpsestos o como los mismos Palimpsestos deberíamos todos mandar a los escritores fuera. 

Ya que estamos hablando de Gombrowicz... “La doctora contestó que no entendía lo acomplejados que estábamos los ciudadanos de los países poscomunistas, que no solo hablábamos de nuestros problemas personales utilizando metáforas pretenciosas, sino que aborrecíamos nuestras lenguas maternas”. Hay ese mito del escritor de la Europa del este, un intelectual oprimido con mucho talento especialmente para aprender otros idiomas. Pero cuando más lo pienso, más me parece que es parcialmente justificado: es un tipo de fascinación por la creación y cultura ajena. 

Al preparar la charla me encontré con una reseña publicada en la Revista de Letras (de autoría de Mohamed el Morabed) donde el autor dice que hay tres habitaciones donde transcurre la acción en “Los palimpsestos”: la habitación que comparte Przesnicki con el cura, Kalinowski; el despacho de la psiquiatra y “La tercera habitación es un escenario de oídas. Es la sala de tratamientos de donde salen a menudo gritos, lloros, alaridos y golpes. Przęśnicki nunca la ha visitado pero nos invita a imaginarla como la habitación propia de cualquier escritor, como el escritorio ideal, donde la soledad de la escritura es acompañada por el proceso de las sensaciones que, más tarde, la impregnarán hasta culminarla en algo que se deje leer.” No pude no preguntar a Aleksandra sobre ello. Ella no ve el proceso de la escritura, de la creación como algo placentero. Eso confirmaría mi sospecha que esa tercera habitación es más un cuarto de torturas externas, empleadas por los que intentan a parar a los escritores, de destrozar su creatividad, de quitarles de la cabezas la idea de escribir en extranjero. 

Hay otro tema que podría parecer casi un mito si no fuera por la cantidad de personas que fueron sometidas a eso: artistas y creadores encerrados a lo largo de la historia en sanatorios y centros para dementes al considerar la sociedad que su personalidad era una anomalía. En este caso la mayoría de los nombres son femeninos: Charlotte Perkins Gilman, Sylvia Plath, Zelda Fitzgerald, Nellie Bly. Pero el tema despierta también cierta fascinación entre los escritores-hombres: Ken Kesey en "Alguien voló sobre el nido del cuco" creo uno de los manicomios más conocidos en la literatura y cultura popular; Stanislaw Lem en 1948 escribió su primera novela El hospital de la transfiguración, ambientada en los primeros meses de la invasión nazi. En ella, narra la historia del joven doctor Stefan Trzyniecki, quien trabaja en un hospital psiquiátrico en el interior de un bosque ajeno a los horrores de lo que succede en el exterior, creando suyos propios. En esa "tradición" de manicomios en la literatura Aleksandra Lun nos presenta uno totalmente nuevo, una visión muy interesante.

Podría así seguir todavía un largo rato, la novela da para unas charlas interminables, pero será mejor que descubráis por vuestra cuenta. Para acabar solo os diré que un palimpsesto (del griego antiguo «grabado nuevamente») es un manuscrito que conserva huellas de otra escritura anterior en la misma superficie, pero borrada expresamente para dar lugar a la que ahora existe.

Comentarios

  1. ¡Hola!

    Parece un libro muy interesante, pero la verdad es que ahora no me llama demasiado. Quizás en el futuro me haga con él, pero por el momento... no.

    ¡Muchos besos!

    Miss Dreamer (Esther) de Las lecturas de Miss Dreamer

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  2. ¡Hola!
    Habrás disfrutado un montón.
    Lo que más me llama la atención es que justo hable de lo que le puede pasar a ella por cambiar de idioma, si es que no le he pasado ya :)
    B7s

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  3. Hola!
    Me alegro de que hayas disfrutado de la lectura.
    A mi el libro no me acaba de llamar y con la pila de pendientes que tengo lo voy a dejar pasar pero gracias por la recomendación ❤
    Besos!!

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  4. Hola, que bien que lo disfrutaras pero no es mi tipo de lecturas y por el momento no me llama nada.
    ❤A un libro de ti

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  5. Hola.

    Me alegro que te haya gustado, ahora mismo busco otro tipo de lectura, asi que lo voy a dejar pasar.
    Muchas gracias por la reseña.
    Un saludo.
    Ana - pasionlectora

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  6. ¡Hola!

    Me alegro mucho que lo hayas disfrutado tanto, la verdad que no creo que se aun libro para mi aunque nunca se puede decir nunca. Gracias por la recomendación.

    Un besazo.
    Los Libros de Lu Weasley 🖤

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  7. ¡Holiis!
    Me alegro de que te haya gustado tanto! Sin embargo, creo que no es mi tipo de lectura así que lo dejaré pasar por ahora ^-^
    Muchas gracias por la reseña.
    ¡Un saludo!

    Bea & Udane de Desire Of Books

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  8. Hola,
    Me alegro que te haya gustado mucho ^^
    No es de mi estilo, pero gracias por la recomendación.
    Laura de Vera Books

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  9. Hola,
    No conocía a esta autora pero la verdad es que me ha sorprendido mucho pero creo que de momento lo dejo pasar. Gracias por la recomendación y me alegro que te haya gustado tanto.
    Un beso.

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