Unas escapadas a Rhetrick

Un cucharón de Douglas Adams, una pizca de Ray Bradbury, unas gotas de Philip K. Dick, añadir imaginación a gusto, estilo propio y el don de observación y, ¡voila!, tenemos “Damas, caballeros y planetas” de Laura Fernández.

Es un libro de relatos en su mayoría ambientados en Rhetrick (y algunos otros lugares de la galaxia), un mundo (planeta) creado por la autora, cuyos habitantes están obsesionados con la Tierra y todo lo que viene de aquí. Esta fascinación Laura la compara con su propio interés por la cultura popular estadounidense. Algo que creo que muchos de los que nacimos en los años 80. compartimos. Pero lo que más claro queda al leer estos relatos es el gran conocimiento de los grandes de ciencia ficción por parte de la autora. Algunos igual ya os habéis dado cuenta que el nombre Rethrick viene del relato de Philip K. Dick, “La paga”, pero en “Damas, caballeros y planetas” hay más guiños divertidos al lector, más referencias a otras obras y otros autores. ¿Hay alguien que no conozca el Restaurante del Fin del Mundo? Las conexiones entre distintas historias, lugares o personajes en común crean un precioso universo, un reflejo de una obra muy compleja, un trabajo muy consciente de Laura Fernández.

Entre los 17 relatos hay un tema muy recurrente: el amor a la escritura y literatura. No he contado en cuántos de ellos aparecen escritores, pero son bastantes. Hasta tenemos a un demonio soñando con abandonar el infierno y escribir (lo que no sospecha es que para hacerlo bien tendrá que encontrar su infierno personal).

Hay una cosa que todavía no he mencionado y que tiene para mí casi el mismo valor que los propios relatos. Cada uno de ellos está precedido por una nota de la autora, la explicación de dónde viene la inspiración. A veces se trata de otras obras literarias, a veces de un momento concreto en la vida de Laura. Y esa capacidad de conectar cosas que, para mentes menos creativas, a primera vista no tienen nada interesante, pero transformados por alguien con mucha imaginación y talento se convierten en pequeñas obras de arte, esa capacidad es lo que me ha encantado. Es como mirar por un momento una mente especial, una mente genial y ver cómo funciona. ¡Gracias por eso! Gracias por compartirlo.